Mindfulness o atención plena. Una definición

La palabra mindfulness es una traducción del término pali “sati”, que en castellano podríamos interpretar como atención plena.

Fue empezada a utilizar en occidente por el doctor en medicina y experto meditador Jon Kabat-Zinn hace unas tres décadas en el Centro médico de la universidad de Massachussets. Diseñó el programa MBSR o programa de reducción del estrés basado en mindfulness, que empezó a utilizar con pacientes remitidos con  muy diferentes patologías: personas con dolores crónicos, con problemas cardiovasculares, con ansiedad persistente y problemas emocionales, etc. El importante éxito del programa y el grado de mejoría de estos pacientes despertó el interés por este programa, que empezó a extenderse por todo el mundo para ser aplicado con pacientes o personas que quieren mejorar su bienestar o crecer personalmente.

Mindfulness se refiere al proceso mediante el cual la persona, ayudada de la poderosa herramienta de la meditación vipassana, va entrenándose e implementando en su vida una forma de estar “aquí y ahora”. Se trata de ir disminuyendo “el piloto automático”, casi omnipresente, y la nociva e insustancial vida inconsciente, que sólo nos permite saber lo que hacemos, pero ignorando la razón de nuestros pensamientos, emociones y actos.

Una buena forma de entender lo que es mindfulness es ver justo lo contrario, lo que es vivir alejado de esta “atención plena”. Esta forma contraria es vivir en la rutina, en la inercia, en la inconsciencia. Es vivir sobre todo en un persistente parloteo mental, que todo lo juzga, que todo lo califica. Es vivir en una casi continua rumiación del pasado o en una constante expectativa por el futuro, utilizando el presente como un simple medio para llegar a él,  mucho más atentos a lo que nos falta que a lo que tenemos. Es vivir desconectado del cuerpo, en nuestra cabeza y nuestro arraigados hábitos mentales, a través de los cuales, podemos decir, “somos pensados” por nuestros miedos y contradicciones. Esta forma de vida es profundamente insatisfactoria y nos puede hacer volcarnos al desequilibrio, al consumo sin medida, al conflicto y a la adicción.

Mindfulness propone, por tanto, un trabajo serio y disciplinado para ir siendo los protagonistas de nuestra vida cotidiana, aprender a estar y a ser, más que a tener y hacer compulsivamente. Los beneficios son extraordinarios, siempre que se dedique el necesario tiempo y esfuerzo y se tenga la decisión de probar y aprender. Se necesita una buena dosis de sensibilidad, sentido común y valentía para escuchar, analizar, decidir y, finalmente, ponerse a quitar la sábana a los propios fantasmas.

Jose Bravo

Psicólogo colegiado (M-23477), Monitor de Yoga, Pilates y Chi Kung