Las gafas de la felicidad - Rafael Santandreu

Breve Resumen

En forma de ensayo, el psicólogo cognitivo Rafael Santadreu, va hilando un interesante recorrido por los errores y las trampas que nos ponemos a nosotros mismos, con muchos y muy sabios argumentos, describe las formas cómo, por inercia o dudosos valores culturales o de moda, nos boicoteamos. Desde la psicología cognitiva, pero con una amplia perspectiva, abierta desde la antropología hasta la filosofía oriental u otros valores culturales radicalmente distintos geográfica o temporalmente, nos avisa de la nociva filosofía del “tremendismo” o tomarse todo a pecho, de que la vida es básicamente buena y somos nosotros y nuestras neuras las que la pervierten.
La formula básica es comprobar en numerosos ejemplos, cómo funcionan las personas felices, personas con a veces discapacidades notables, pero que han sabido “hacer de la necesidad virtud”, han sabido enfocarse en lo positivo y han descubierto la fórmula de la felicidad, teniendo una vida completa y digna de ser vivida. Y si ellos pueden, nosotros también.
Ir descubriendo que tenemos numerosas “ideas irracionales”, formas de pensar construidas sin fundamento, dramáticas y tremendistas, que nos hacen mucho daño.

Opinión

Libro muy recomendable, tanto por los numerosos argumentos y ejemplos expuestos con los que los ilustra, como, y sobre todo, por la energía y entusiasmo que trasmite y que genera en el lector. Una importante conclusión a la que hay que llegar en la vida, es que las personas normalmente no se sienten movidas o motivadas por razones o argumentos, sino por emociones, por el entusiasmo, por la ilusión; “la emoción decide, la razón justifica” decía Freud. En ese sentido, este libro motiva al cambio positivo, con sus ejemplos, con sus razones, con su energía, con ese descubrimiento que es o será, para muchos, ver que se puede vivir realmente bien sin necesidad de que te toque la lotería o que ligues con Brad Pitt o Irina Shaik (de hecho, dudo que cualquiera de estas cosas te aporte más felicidad a tu vida).
Hay libros que al leerlos una vez, ya parece que hemos leído demasiado, hay otros, para los que dos lecturas se quedan cortas. Éste es claramente de los segundos.

Lo mejor

Lo mejor del libro es la energía positiva que trasmite, la ilusión que llega a despertar, cualquiera puede pensar “bueno, si éste consigue estar bien a pesar de todo, ¿por qué yo no?
Su carácter ecléctico y heterodoxo, mucho más allá de la psicología cognitiva, aunque el autor repite hasta la saciedad que es esta visión, quizás para ganarse el favor de los académicos o alejarse de infértiles propuestas de autoayuda new age. Desde luego, no es el típico pasatiempo de autoayuda para “pacientes profesionales”, sino un manual de cambio de gran valor.

Lo peor

Lo peor es cierto aire paternalista y de experto; acabar cada capítulo con “lo que hemos aprendido en este capítulo” no es lo más oportuno; los párvulos aprenden, los adultos consideramos las opiniones ajenas y no las introyectamos, esto es, las tragamos sin masticar, o al menos no deberíamos, sino que las tenemos en cuenta y las incorporamos a nuestro ideario o las rechazamos. A veces alejarse demasiado de Sócrates y su “solo sé que no sé nada” es algo terrible, en este mundo incierto y complejo. El señor Santandreu se aleja por momentos demasiado, para mi gusto, e incluso llega a poner en cuestión la inteligencia del lector. Parece, por momentos, que más que un psicoterapeuta, ejerce de coach, facilitando un cambio sea como sea, a cualquier precio, obviando que somos mucho más que creencias y que el cambio es posible y recomendable sólo a veces, otras veces es una capa de maquillaje más gruesa. Lo positivo y negativo del Coaching, que es notablemente distinto de una terapia, aunque para muchas personas de gran valor.
Menores objeciones son algunos errores, no sé muy bien si de ignorancia o de atrevimiento, como llamar a Anthony de Mello psicólogo cognitivo (efectivamente era psicólogo, entre otras muchas cosas, como sacerdote cristiano, brillante conferenciante, con gran cercanía a las filosofías de su país, La India, escritor, quizás el mejor cuentacuentos que haya existido…), poner a Fernando Arrabal como ejemplo de salud (?), decir que Uma Thurman ha triunfado a pesar de su escasa belleza (desde luego es opinable, pero…salta a la vista) o su dudoso gusto musical (que a un melómano como yo, hace algo de daño, relajar a una persona con pop, es, cuanto menos, extraño). Pequeñas cuestiones que no quitan un ápice de interés, desde luego, al libro.

Conclusión

¡Hazte un favor, lee este libro!; pero no lo leas y lo olvides como lees la circular que te avisa de la reunión de vecinos del próximo miércoles; trabájalo, subráyalo, léelo más de una vez, porque puedes sacar mucho en claro de él.
Hay mucho que puedes aprender en esta era de la información, quizás demasiado, cosas sin ninguna relevancia, pero pocas cosas tan importantes como lo que aquí se enseña. Desde luego no es un punto de llegada, pero sí un trampolín para auparse por encima de las miserias de uno mismo, que no es mal objetivo vital.

Jose Bravo