centro bravo de salud integral

Nadie me puede ayudar

 

Es muy común oír en la sesiones de terapia algo así: “hasta que me decidí a venir, te conocí y empecé a trabajar en serio con mi problema, pensaba que no tenía solución, pensaba que nadie me podía ayudar, sentía mi problema como algo extraño y vergonzoso”.
Por fortuna, esta persona ha dado el paso más importante, se ha atrevido a comprobar la veracidad  de su creencia, “que nadie le puede comprender y ayudar”, y su valentía ha tenido recompensa, ver que, efectivamente, su problema, por muy extraño, doloroso y complicado que parezca ser, tiene solución.


A veces tendemos a sentir que la nube está únicamente sobre nuestra cabeza, que en el resto de las personas “hace buen tiempo”, que somos unos desgraciados, sea por nuestro carácter, familia, traumas, etc. y que nada ni nadie nos podrá ayudar. Pero es una creencia errónea, y tenemos que tener la osadía de enfrentarnos con ella. En realidad puede ser una huida, una resistencia a hacer algo con nuestros problemas (“al fin y al cabo, no se está tan mal viviendo en el barro”). Rosalía de Castro escribía algo sobre esto:


Una vez tuve un clavo
clavado en el corazón,
y yo no me acuerdo si era aquel clavo
de oro, de hierro o de amor.
Sólo sé que me produjo un mal tan hondo,
que tanto me atormentó,
que día y noche sin cesar lloraba
como lloró Magdalena en la Pasión.
"Señor que todo lo puedes
-le pedí una vez a Dios-
dame valor para arrancar de un golpe
clavo de tal condición."
Y diómelo Dios y lo arranqué,
pero… ¿quién lo imaginara?… Después
ya no sentí más tormentos
ni supe lo que era dolor;
supe tan sólo que no sé qué me
faltaba en donde el clavo faltó,
y me parece… me parece que tuve añoranza
de aquella pena… ¡Buen Dios!
Este barro mortal que envuelve el espíritu, ¿quién
lo entenderá, ¿Señor?

 

“La vida es más compleja de lo que parece”, dice Jorge Drexler. A veces oponemos resistencia a lo nuevo, “más vale malo conocido…”. Pero si realmente avanzamos con paso firme en nuestra vida y rompemos nuestras barreras y nuestros límites, si nos renovamos realmente, si nos desatascamos y permitimos que la vida fluya, con su aprendizaje constante, con sus placeres y dolores, con su sol y su lluvia, no volveremos a mirar atrás con nostalgia. Tan solo lamentaremos, quizás, no habernos atrevido antes, no haber dado el paso antes.


¿Pero quién y cómo me puede ayudar?


Si esta es tu situación o la de alguien cercano, esta situación de estar mal y desconfiar de que alguien te pueda ayudar te recomiendo sigas estos pasos:


1. Reflexiona; a mí me gusta reflexionar con un boli y un cuaderno, contarme a mí mismo sobre mí y mis pensamientos, sobre mis problemas y mis dudas. Hazte varias preguntas importantes: ¿qué vida quiero vivir? ¿Estoy en un proceso de cambio y mejoramiento o llevo atascado/a bastante en el mismo sitio? Si estoy atascado/a, ¿por qué no probar algo nuevo, una ayuda profesional? ¿Qué puedo perder con ello?


2. Conclusiones; si sacas como conclusión darte un tiempo, o leer varios libros al respecto, o replantearte cosas o pedir ayuda a un psicólogo o Coach, ponte manos a la obra. Pero lo que no te recomiendo es quedarte sentado, con miedo, aguantando el chaparrón sin más, pensando que tal vez algún día los problemas se vayan. Puede ser que  lo hagan, o puede ser que no.


3. Si te decides a solicitar ayuda profesional, busca un psicólogo o coach con experiencia y lee sobre su formación y forma de trabajar. Los psicólogos somos muy distintos los unos de otros. Hay muy buenos y también no tan buenos.


4. Prueba antes de trabajar con él/ella. Te recomiendo tener unas sesiones de prueba. Para que una terapia funcione, tienes que sentirte  cómodo/a, acogido/a, comprendido/a; ser psicólogo no es un trabajo sencillo y no mucha gente tiene la preparación adecuada. La formación técnica es necesaria pero no suficiente; la formación humana, esto es la madurez y el propio desarrollo personal del terapeuta es esencial. Solo desde el amor que puede ofrecer “un corazón afinado”, que diría Osho, puede surgir una relación terapéutica. Una relación distinta a todas, no es una amistad, ni el consejo de un experto, ni nada parecido, es una relación única, un apoyo esencial; “dadme un punto de apoyo y moveré la tierra” dijo Arquímedes. Este es tu punto de apoyo. Si tu mundo no está orbitando correctamente, muévelo, te aseguro que está en tu mano.

 

En nuestro centro te ofrecemos dos sesiones primeras de prueba para que compruebes que esta relación es realmente terapéutica y positiva, a partir de ahí, tú decides: Servicio de psicoterapia Servicio de coaching

 

Jose Bravo

 

 

 

 

 

 

 

english Switch to English Presentation

 

¿Tienes alguna sugerencia? ¡Cuéntanosla en nuestro buzón de sugerencias!

 

Centro Bravo de Salud Integral - ¡Cuídate a precios Low Cost!

C/ Cerro Blanco 1, local 28026 Madrid * Tlf. 692.751.620 * info@centrobravo.es

Consulta de Psicología Sanitaria inscrita en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid con el nº CS12816